El Lago
Gran parte de la obra de Saemisch fue creada en Valle de Bravo, donde pinta la serie Lago. En ella destaca la sutileza de las texturas y la transparencia y fluidez del agua. Saemisch recrea estos elementos con pinceladas orgánicas sobre papel; trazos geométricos que reflejan su trayectoria hacia la abstracción y su deuda con el arte oriental.
La serie captura la esencia del lago y su entorno, mientras revela la interacción entre la luz, el agua y el paisaje. Se trata de una invitación a la contemplación meditativa, donde el paisaje ejerce una profunda resonancia emocional y espiritual.
La Pesca
A partir de su convivencia con pescadores de Veracruz, donde observa de cerca cómo tiran las redes y las tensan para recoger la pesca, surge esta serie, en la que alternan representaciones de peces, redes y escenas de piscicultura.
A medida que esta obra evoluciona hacia una mayor abstracción, las imágenes se transforman en explosiones geométricas. En la serie Pesca maravillosa explora la esencia abstracta y espiritual de la pesca, donde formas y colores vivos capturan la energía y el dinamismo del cosmos. Estas obras no sólo representan una evolución estilística, también reflejan su profunda admiración por los procesos de vida cotidiana que conectan al ser humano con su entorno natural y sus visiones cosmogónicas.