La Búsqueda
Saemisch se enfoca primero en la representación de figuras humanas y sus emociones, después dirige su atención hacia los paisajes naturales y los escenarios urbanos; en estas nuevas obras los entornos cobran protagonismo propio, transformándose en testigos silenciosos de la historia y manifestación subjetiva de las experiencias humanas. Durante este periodo, Saemisch explora la abstracción, descompone gradualmente los elementos visuales, y profundiza en la esencia de objetos y paisajes, mientras examina la interacción entre luz, color y textura.
Sus paisajes deshabitados evocan soledad, nostalgia y abandono. La naturaleza es también una expresión de la condición humana que responde a la subjetividad del observador. Para el artista el paisaje no es indiferente sino sensible a la mirada humana, y su propio lenguaje.
El espacio entre la representación de realidad de la pintura
figurativa y la pintura abstracta significa apertura, una apertura
legítima, ya que siempre ha existido, tanto en el arte como en
la vida. Porque está en la esencia del espacio del que hablo,
permitir una exploración siempre nueva, según el espíritu de la
época y siempre con nuevos resultados.
ERNST SAEMISCH