Para los zapotecas del Istmo de Tehuantepec, los mundos oníricos resultan fundamentales en el ámbito de la curación chamánica como fuentes de conocimiento sobre el mundo espiritual que rodea al enfermo. Mediante los sueños pueden saberse los designios de los espíritus y los dioses, que muchas veces son los causantes detrás del malestar de las personas zapotecas del Istmo de Tehuantepec. Claudia López logra, a través de su fotografía, dilucidar esa conjunción entre la curandería con los sueños de los enfermos, produciendo una atmósfera de materialidades difusas.