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(1886-1957)

Cuando Diego Rivera llegó a México en el verano 1921, lo respaldaba un pasado cubista en la escena parisina de vanguardia al lado de Picasso y Modigliani. En poco más de diez años, Rivera había logrado, crear su propia versión del cubismo, el Riverismo, una perspectiva que buscaba imprimir el tiempo por medio del movimiento.

Ya de vuelta a México, invitado por José Vasconcelos para decorar el Anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria, Rivera se encontraba en un periodo de redefinición artística. Apenas unos años antes había decidido romper con el cubismo, luego de una fuerte discusión con Pierre Reverdy, un reconocido crítico parisino. A mediados de 1920 se interesó por la pintura mural al fresco, después de largas pláticas con el historiador del arte Elie Faure y recorridos por los murales bizantinos de Italia.

 

Edward Weston, Diego Rivera sonriendo, 1924; plata sobre gelatina, Centro Ricardo B. Salinas Pliego

 

 

 

 

 

LA CREACIÓN

Encáustica, Anfiteatro Simón Bolívar

En marzo de 1922, ya en San Ildefonso, Rivera invitó a Jean Charlot, Xavier Guerrero y Carlos Mérida para que lo ayudaran en el trazo y aplicación de ceras y resinas, con que llevó a cabo la encáustica de su mural, que fue inaugurado el 9 de marzo de 1923.

En el mural de La Creación, Rivera reúne elementos paganos y cristianos, inspirado en las pinturas murales bizantinas que visitó en Ravena, Italia, y conforme a la exuberancia del paisaje de Yucatán y Tehuantepec, que visitó con Vasconcelos.

De sus charlas resultó este mural que buscaba la síntesis entre lo universal y lo nacional. De acuerdo con la costumbre de decorar los espacios teatrales, Rivera representó a las nueve musas del arte clásico,

 

 

a las que sumó a Adán y Eva, la Ciencia y la Sabiduría, las virtudes cardinales y cristianas, así como la figura de un Cristo o Pantócrator en el centro, rodeado de la representación simbólica de los cuatro apóstoles. Para esta obra modeló un grupo de mujeres, activistas, intelectuales y artistas representantes de la primera ola feminista: Palma Guillén, Gabriela Mistral, Esperanza Velázquez Bringas, Luz Jiménez, Lupe Marín, María Luisa Marín –esposa de Herón Proal, líder del movimiento inquilinario de la ciudad de Veracruz– posan junto a las artistas Nahui Olin, Lupe Rivas Cacho, Julia Alonso y Dolores Asúnsolo. Los rostros y los diversos tonos de la piel animaban la idea vasconcelista de la raza cósmica, que hipotéticamente debería emerger en México como resultado de un mestizaje que forjaría la nueva nación.

 

 

 

 

 

“Esto se llamará —si quiere usted ponerle nombre— Creación. Allí lo ve usted: el Principio Creador, la Trinidad que es ese círculo que es el centro de la parte superior simbolizo, el Hijo, que saldrá en forma de Dyonisos —o de Cristo, como usted quiera— del árbol de la vida que está detrás del órgano, en el nicho. A la izquierda se halla la mujer, debajo, y en la parte opuesta el hombre. Después de la mujer, hacia arriba, la música, la comedia, etc., y las virtudes; después del hombre la tragedia, las otras artes y las otras virtudes, […] es decir los medios del conocimiento y del sentimiento que nos hacen llegar al ‘ritmo puro,’ al último escalón —de un lado, el que corresponde a la mujer el Amor, y del otro la ‘Sagesse’… —para alcanzar la contemplación del infinito, que encerraré figuradamente en ese círculo de la Trinidad, cuyas tres manos están aquí…”

“Diego Rivera en el
Anfiteatro de la Preparatoria”
El Universal Ilustrado, abril 1922

 

 

 

 

Diego Rivera, Primer boceto, Escuela Nacional Preparatoria, 1922; Col. Museo Frida Kahlo

 

 

 

 

“Comencé su primer retrato [de Lupe Marín] y el segundo y el tercero. Hice después cuatro o cinco cabezas de estudio para el auditorio, además de unas veinte manos. Después de ese día, estuvimos juntos tanto tiempo que se volvió tormento estar separados. Por mutuo consentimiento nos hicimos amantes.”
Diego Rivera en Gladys March, Diego Rivera. Mi arte, mi vida, 1960

“Solo llegaremos a tener un verdadero arte y verdadera literatura cuando se fundan en una cultura nueva y total las distintas razas que forman nuestra nacionalidad, y los elementos indígenas con los importados”.
“Lo que Vasconcelos opina de Yucatán”,
El Universal Ilustrado, diciembre de 1921

 

Diego Rivera, Retrato de Lupe Marín, 1924; óleo sobre tela, Acervo Gobierno del Estado de Veracruz-IVEC, Museo de Arte del Estado de Veracruz, Colección del Gobierno del Estado de Veracruz

 

Diego Rivera, Eva (La creación), encáustica, 1922; Anfiteatro Simón Bolívar

 

Retrato de José, Vasconcelos, ca. 1920; reprografía Fototeca Nacional, Mediateca-INAH

 

 

 

 

 

Recorrido 360°

 

 

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Exposición

 

 

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