TERRITORIOS
El arte de Fernando Palma forma parte del activismo de la comunidad Calpulli Tecalco, en el pueblo nahua San Pedro Atocpan, Milpa Alta, a favor de la lengua náhuatl, la defensa de la milpa tradicional, del agua y de los bosques. En estas luchas, el coyote es un nagual, alter ego o animal compañero, y también un aliado en la protección del territorio ancestral.
A partir de la ingeniería mecatrónica, Fernando Palma logra dar vida a antiguos dioses y naguales mesoamericanos, y a los principios tecnológicos del arte ritual mexica. Estos ancestros no son figuras inertes sino robots. Siempre están en movimiento. Compuestos de muy diversos materiales, conectan el pasado prehispánico con el presente de la comunidad e interactúan con quienes se relacionan con ellos.