En algún lugar las Grandes Planicies un grupo de nativos americanos, montados a caballo, persiguen velozmente a una carreta cubierta. Detrás, en una motoneta y sujetando una cámara fotográfica viaja el etnólogo Edward Curtis, quien a finales del siglo XIX realizó retratos idealizados de los nativos americanos, siempre dejando de lado la violencia que vivían ante la expansión de colonos hacia el Oeste de los Estados Unidos. A la manera de un Western, Denomie ha revertido esta relación proponiendo una narrativa inversa en donde los nativos acechan una carreta de la marca de comida rápida KFC y Curtis realiza un registro visual de las complejas hazañas y las tensas relaciones entre colonos y nativos.