Con más de 30 exposiciones individuales de nivel internacional en espacios museográficos
de los Estados Unidos, España, Francia, Brasil, India, Egipto y Australia, la obra de Betsabeé Romero ha trascendido las fronteras mexicanas, donde sus intervenciones urbanas se han cotejado en contextos previamente estudiados por ella, que le demandaron la incorporación de técnicas, lenguajes e iconografías locales.

Tal es el caso del proyecto Con piel de ciudad, llevado a cabo durante una residencia en Bangalore, India, en
el año de 2003, donde modificó tres taxis motocicletas que circulan
en esa comunidad; o como ocurrió, ese mismo año, en la Bienal de La Habana,

en la pieza Ciudades que se van, un carro con llantas grabadas con motivos iconográficos de la arquitectura tradicional de la llamada Habana Vieja.

Para los artistas de la generación de Romero, comenta el curador de la muestra, Julián Zugazagoitia, “los desplazamientos y el contacto con otros artistas y culturas, lejos de haber creado una arte ‘international style’ a fomentado una búsqueda de las raíces propias, abordando lo global a partir de una perspectiva personal a la que se ha denominado como ‘Glocal’.