El tema de la Conquista de México fue polémico y se convirtió en bandera de grupos políticos cuyas tendencias buscaron preservar o denostar un pasado que, para los indigenistas identificados con el liberalismo, marcó el inicio de la opresión, mientras que para los hispanistas, defensores del conservadurismo, fue el verdadero origen de la nación mexicana.
El objetivo de esa obra fue rendirle un homenaje al héroe mexica que representaba el valor y el patriotismo por su defensa de la tierra frente a los invasores españoles. La inclusión en el pedestal del monumento de los nombres de los compañeros de lucha del último tlatoani, los señores Cuitláhuac, Conacoch, Cacama y Tetlepanquetzal,
así como el diseño, que incluyó ornamentos que recordaban la arquitectura precolombina, son evidencia de la intención de exaltar al México prehispánico y fincar en ese periodo el origen de la nación mexicana, como queda consignado en la dedicatoria: “A la memoria de Quauhtémoc y de los guerreros que combatieron heroicamente en defensa de su patria. MDXXI”
En sus páginas sentó el origen de los mexicanos en los hechos de la Conquista, especialmente a partir de que “los primeros hijos de los conquistadores y de las mujeres de la tierra conquistada formaron el núcleo de una raza nueva”
La guerra entre españoles e indígenas fue interpretada como una gesta gloriosa en la que unos y otros demostraron ser guerreros osados y valientes. La mezcla racial que fue fruto de ese encuentro dio origen al mestizo que, según los intelectuales de la época, era el representante del mexicano prototípico, aquél que estaba destinado a llevar a la nación mexicana al orden y al progreso anhelados a lo largo de toda la centuria.
Si bien Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica, siguió siendo un héroe indígena por antonomasia tal como había sucedido a lo largo de la centuria, en el régimen de Díaz se convirtió en el representante más destacado de la gloriosa cultura prehispánica que había sido conquistada por España.
Los fascículos fueron ilustrados por José Guadalupe Posada, con imágenes a color en las portadas y con grabados en blanco y negro en el interior. La intención de su autor fue incentivar el patriotismo de niños y jóvenes mediante narraciones dramatizadas y hechos heroicos.
En medio de inauguraciones de monumentos, loas a los héroes y visitas de diplomáticos extranjeros, el desfile histórico que tuvo lugar el día 15 de septiembre congregó a miles de personas en las calles de la capital del país. Los espectadores vieron desfilar a Moctezuma, seguido de Hernán Cortés y de la Malinche.
Incluso se hizo una recreación del momento del encuentro entre el conquistador y el huey taltoani mexica, suceso consignado en las crónicas de Conquista [de Hernán Cortés] en el desfile histórico demostraba que la idea de la nueva raza, fruto de raíces indígenas y españolas, había dado pie a la síntesis de la historia mexicana: la patria mestiza estaba orgullosa de su pasado y veía con esperanza el porvenir.
Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, 2020
Monumento a Cuauhtémoc inaugurado por Porfirio Díaz en 1887, proyectado por Francisco Jiménez y con esculturas de Miguel Noreña. (L. Tom Perry Special Collections, Harold B. Lee Library, Brigham Young University)
Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, 2020
Portadilla del tomo II de México a través de los siglos, 1884
Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, 2020
Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, 2020
Moctezuma recibiendo el nombramiento de monarca, Adrián Unzueta, 1893, INAH MNH
El suplicio de Cuauhtémoc. Leandro Izaguirre, 1893. INBAL MUNAL
Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, 2020
Portada de José Guadalupe Posada, Hernán Cortés ante Moctezuma, Biblioteca del niño mexicano, 1900
Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, 2020
Desfile histórico con motivo de los festejos del Centenario de la Independencia, anónimo,1910 (Moctezuma)
Guadalupe Gómez-Aguado de Alba, 2020
Desfile histórico con motivo de los festejos del Centenario de la Independencia, anónimo, 1910. (Hernán Cortés)