El muralismo en México se ha transformado a lo largo de los años; hoy en día los muros siguen siendo un soporte para reivindicar la historia y la cultura, un espacio para construir nuevas memorias y contribuir a la apropiación y participación por parte de las comunidades. Las expresiones pictóricas y callejeras son llamadas por algunos “el renacimiento del muralismo” o “el nuevo muralismo”, pues los mensajes que comunican y la plasticidad de sus
materiales juegan un papel esencial en ellos. Muchas de estas piezas son efímeras, pues están elaboradas con la finalidad de interactuar con la población de zonas determinadas y ser reintervenidas o diluidas. Varias de ellas expresan elementos de la vida cotidiana, mensajes sociales y aspectos que refieren a la revaloración de las raíces culturales de diversos pueblos originarios, como un modo de resistencia, un vehículo para preservar la cultura y reafirmar sus tradiciones.
Entre las luchas más importantes están las de los pueblos originarios, estamos en deuda no solo con los de México, sino con los de todo el mundo. Deberíamos retomar y aprender la visión y cosmovisión de los pueblos originarios. Vamos a tratar de continuar nuestro trabajo atendiendo y observando lo que los pueblos originarios van dictando, acompañar con la gráfica en ese sentido, colaborar, compartirlos trazos.
Estas figuras son símbolos de la sabiduría del pasado, de la descolonización del pensamiento.
En la medida en que nosotros podamos entender la importancia de nuestras tradiciones y lo rico que es México, podremos defender lo que nos han quitado durante mucho tiempo. Lo empecé a hacer a manera de tributo, descubrir mi identidad y a entenderme a mí como mexicano. Creo que toda acción que hace un llamado a la no extinción es un acto de resistencia, desde ese punto, mi trabajo es un acto de resistencia social, de resistencia cultural, de resistencia política.
Las artesanías, los tejidos, son cosas que están ahí en tu vivir diario y a las que no les das el valor porque están ahí. Es algo que ya está impregnado en la mente, es un sello.
En el arte cuando tu retomas cierta temática, las raíces, el origen, tocas las fibras para hacer sentir a la gente. Lo que hace bella y fuerte a tu cultura, es lo que da valor a un país. Para que un país sea rico en verdad tiene que sobresalir la riqueza cultural que tiene, cuando no nos damos cuenta de lo que tenemos, llegan los gringos o cualquier banda de otro país y te cambian espejos por oro.
Se trata de relaciones globales, que tienen que ver con pueblos originarios de todo el mundo. Es como englobar todas las luchas en una sola imagen.
Migrar a la ciudad, el racismo, la discriminación, me hicieron fortalecer mi identidad. Soy de una generación que perdió la lengua madre, el zapoteco, por supuesto que mi obra es resistencia.
Antes del movimiento, para mí, Cherán era una comunidad que estaba dejando de ser originaria, que estaba dejando de ser purépecha, entonces empecé a construir una idea de mural desde lo local, desde lo que es Cherán.
Primero tenemos que resistir. Esa es nuestra lucha.
Realizar acciones propiamente en el espacio público con la intención de fortalecer o acompañar el proceso de la comunidad a través de las imágenes que se podrían expresar en las calles.
Seguir resistiendo y seguir haciendo. Uno va haciendo la resistencia desde la cultura perteneciente, en este caso el mazateco y poniendo dentro el lenguaje.Es como mandar estos mensajes del origen.
Generar ese choque de dos mundos, ese choque de ideas. Tú, como persona puedes resistir a través de tu lengua, de tu palabra, de tu forma de expresar.
Voy retomando la historia, desde los negros que llegaron en la Conquista, antes de Juan Garrido, el negro que llega con Cortés y en mis ideologías pienso el mestizaje que se realizó en México.
En los murales que he realizado con otros artistas, en el centro ponemos el mestizaje desde la llegada de los españoles hasta la problemática en la actualidad, cómo sangran a África, cómo nosotros los afromexicanos somos el resultado de esta travesía de esclavos, estamos viviendo con las problemáticas actuales de sobrevivencia. Lo que pinto es eso, la historia no contada del pueblo afromexicano.
Para mí es una búsqueda identitaria, entender este tipo de imágenes no como algo folclórico, sino como un proceso social. Las imágenes del arte prehispánico evocan nuestra historia y el pasado que de alguna manera ha sido borrado o trastocado.Es una forma de volverlas a presentar en nuestra realidad contemporánea como una forma de resistencia visual. Me gusta que las imágenes vuelvan al espacio público, que vuelvan a estar en la calle para que la gente reflexione nuevamente en torno a éstas. Me interesa traerlas al presente, que la gente las pueda ver de manera fortuita en la calle.
Yunuén Sariego, 2021
Gran Om, 2021
Gran OM & El Dante, Es el Tiempo de la Voz de los Pueblos. Monterrey, México, 2017
Gran OM Co., Puy Ta Cuxlejaltic, (Caracol de nuestra vida), San Cristóbal, Chiapas, 2019
Gran OM & El Dante, Nuestra Lucha es por la Vida. Culiacán, Sinaloa, 2016
Ocote,Tlajtoli, La Buena Estrella, colonia San Rafael, Ciudad de México, 2014
Ocote, Pakalien, Tlalnepantla, Estado de México, 2016
Ocote, 2021, Ídolos de la Vista gorda, calle Regina, Centro histórico de la Ciudad de México, 2015
Saner, La Conquista, Fleury Les Abrays, Francia, 2013
Saner, 2021
Saner, s.t., Detroit, Estados Unidos, 2015
Saner, Resistencia, Museo de las Américas, Denver, Estados Unidos, 2016
Spaik, Dragon Fly, Lille, Francia, 2019
Spaik, 2021
Spaik, s.t., Cerdeña, Italia, 2016
Spaik, El ombligo de la luna, La Coruña, 2017
Tlacolulokos, Y fue así como escondieron el sol, 2017. MOLAA, Museum of Latin American Art
Tlacolulokos, Frontera, Calzada de la Viga, esquina Eje tres sur, Ciudad de México, 2019
Tlacolulokos, s t, Tlacolula de Matamoros, 2017
LELO, Tlacaxipehualixtli, Lille, Francia 2019.
LELO, Cihuateteo, Zapopan, Jalisco, 2020
LELO, Omecoatl, Barcelona, España, 2019.
Giovanni Fabián, 2021
Giovanni Fabián, s/t, Cherán, Michoacán, 2019
Giovanni Fabián, Consejo Mayor, Cherán, Michoacán, 2015
Giovanni Fabián, 2021
Filogonio Naxín, 2021
Filogonio Naxín, Los nahuales de la Tierra, Chuú xí sínkuenda ngasundie, Taller 75° de Arturo Negrete, Ciudad de México, 2021. Fotografía: Cristal Mora
Filogonio Naxín, AvecindArte, Av. Lomas de Plateros 23, Ciudad de México. Fotografía Dual Ramírez Vega. Colección particular Casa Museo Jesús Arturo Salas, 2019
Filogonio Naxín, 2021
Baltazar Castellano, 2021
Baltazar Castellano, Olga Manzano, Gustavo Esquina de la Espada, Virgilio “Titto” Esqina. Travesía de la negritud, Centro Cultural España, Panamá, 2019
Baltazar Castellano Melo, Gustavo Esquina de la Espada, Virgilio Esquina de la Espada, Olga Manzano Vega, Raíces. Museo Amparo, Puebla, 2019
Baltazar Castellano, 2021
Vlocke Negro, El señor de las limas, barrio La Merced, Ciudad de México, 2001
Vlocke Negro, s/t, Ciudad de México, 2019
Vlocke, 2021
Vlocke Negro, Mictlantecutli, Mizquic, Ciudad de México, 2019