Octavio Paz se describía a sí mismo, no como un crítico profesional, sino como un simple aficionado. Pero para haber sido un amateur, escribió más sobre artes visuales que casi ninguno de sus contemporáneos, ni siquiera los críticos. Cada que tuvo oportunidad, reseñó una exposición, escribió un poema relacionado con la obra de algún pintor, contribuyó en simposios e incluso escribió un libro completo, Apariencia desnuda, dedicado a un solo artista: Marcel Duchamp. No puede decirse, entonces, que el arte fuera para él un asunto marginal o pasajero.

En las decenas de textos que dedicó a las artes visuales a lo largo de su vida, emerge no sólo una figura que con prosa impecable ventila sus gustos, sus evasiones, sus asombros por la pintura y la escultura de México y del mundo, sino que también, y sobre todo, aparece un hombre maravillado por la experimentación y los hallazgos más radicales de las artes plásticas. En esos textos encontramos una y otra vez a alguien ocupado en darle sentido al mundo que lo rodea y al tiempo en que vive. Eso debe ser una inspiración para cualquiera que decida adentrarse en la observación de las artes. Y es con este anhelo en mente, que este curso se plantea como un recorrido, no sólo por las ideas de Paz con relación al mundo de las artes plásticas, sino del arte de nuestro tiempo.

María Minera

(Ciudad de México, 1973) Crítica cultural que desde 1998 ha publicado reseñas y ensayos en una diversidad de revistas culturales y medios (como El País, Nexos, Letras Libres, La Tempestad, Código, Aperture, Otra Parte y Campo de relámpagos, entre otros). También ha colaborado en numerosas publicaciones y catálogos en México y en el extranjero, para museos y fundaciones, entre las que destacan, Museo Nacional de Arte, Museo de Arte Moderno, Museo del Palacio de Bellas Artes, Fundación Jumex, Moderna Museet, Tate Gallery, Museo de Arte Contemporáneo de Gante y Americas Society.