El Antiguo Colegio de San Ildefonso y la Fundación Leo Matiz se unen, en el marco del Año Dual México–Colombia, para celebrar el centenario del nacimiento de Leo Matiz (1917–2017), el renombrado fotógrafo colombiano cuya estancia en México, de 1941 a 1947, tuvo una repercusión significativa y trascendental en el desarrollo de la fotografía latinoamericana.
Las 81 fotografías que conforman la exposición hablan como presencias de las conversaciones, las relaciones y el intercambio sostenido no sólo con los artistas de su tiempo, sino con el gusto, los retos, la adversidad de circunstancias involuntarias y los cánones de la estética vigente a la que se adhería; incluso se daba licencia de evocar resonancias de la pintura religiosa o composiciones identificables en la pintura italiana renacentista, o bien referirse a las transgresiones formales que abrevaban de la abstracción y del constructivismo encontrados en los instantes irrepetibles
La selección de obras presentes en esta muestra forma la primera parte de un gran corpus que, en conjunto con el que exhibirá el Museo del Palacio de Bellas Artes, dan cuenta de la maestría técnica del fotógrafo colombiano, Leo Matiz; hacedor de imágenes que revelan aportaciones fundamentales al discurso estético de su tiempo.
Leo Matiz creó un rico lenguaje estético gracias a los múltiples oficios que desarrolló a lo largo de su trayectoria. En sus obras, conjunta sus criterios pictóricos con la percepción, la poética, la sensibilidad y la imaginación del fotógrafo. Le atrajeron los enigmas de las sombras y los secretos que revelan las formas cuando la luz apenas las roza; la profundidad de campo, el juego del claroscuro, los matices y las siluetas que dibujan mapas de grises que se disuelven en la imagen.
Leo Matiz registró sin compasión lo que ante él transcurría. Su ojo escrutador y su infalible velocidad lograron captar momentos irrepetibles llenos de fuerza y una gran verdad.
Enfocó su lente en México para registrar los sucesos y fragmentos de la vida cotidiana de los campesinos, el desencanto de la vida rural y los oficios humildes. Encontró en la historia, el paisaje y la cultura popular mexicana la inspiración necesaria que le dio sentido a su propia búsqueda artística.
De personalidad alegre y bullanguera, Leo Matiz se adaptó de forma rápida y natural a la intensa y exclusiva comunidad intelectual, artística y social mexicana de ese tiempo.
Fotógrafos, escritores, actores, músicos, cantantes, galeristas, pensadores e ideólogos, críticos de arte, cineastas y diplomáticos; un grupo de personas que, sin duda alguna, formaban un ambiente intenso que enriqueció la visión del fotógrafo.
Después del desencuentro intelectual entre Leo Matiz y David Alfaro Siqueiros, el fotógrafo colombiano dejó México en 1947. Se vinculó profesionalmente con la revista Selecciones de Reader's Digest y viajó por varios países de Centro y Suramérica, registrando fotografías a color para las portadas de esa publicación, en su edición en español.
Los dos artistas compartieron afinidades de un pasado común, como caricaturistas y críticos de los ámbitos políticos y sociales en sus respectivos países; ambos también coincidieron en su formación como dibujantes.
Leo Matiz supo filtrar al creador mortal e intensamente humano; al Orozco caminando, leyendo el periódico, subiendo a los andamios, sentado, pintando o en compañía de su hijo. Al Orozco sonriente a la cámara; a su cómplice, colega y amigo.
Fotógrafo, dibujante, pintor, caricaturista, publicista, galerista, conocedor de las reglas clásicas de composición y enterado de la actualidad por su ejercicio como reportero gráfico ligado a la prensa y a organismos internacionales, Leo Matiz fue un trotamundos que con su cámara capturó la diversidad de los momentos decisivos de la historia del siglo XX.
Su estadía en el México posrevolucionario y su relación con los artistas e intelectuales del momento, enriquecieron el lenguaje visual de Matiz lo que le significó un desarrollo en su criterio estético y un refinamiento de las posibilidades expresivas de su arte fotográfico.
Matiz se relacionó con los muralistas mexicanos Diego Rivera, José Clemente Orozco (con quien entablo un profundo intercambio de admiración y amistad) y David Alfaro Siqueiros. Retrató a los pintores Frida Kahlo, Manuel Rodríguez Lozano y Francisco Zúñiga. Se relacionó con un selecto grupo de diplomáticos, fotógrafos y escritores; entre ellos Efraín Huerta, Pablo Neruda y Manuel Álvarez Bravo
De igual forma, convivió con las grandes personalidades de la época del Cine de Oro Mexicano como María Félix, Dolores del Río, Cantinflas, Gloria Marín, Lupe Vélez, Agustín Lara, los hermanos Soler, Emilio “El Indio” Fernández, Gabriel Figueroa, Julio Bracho y Luis Buñuel.
1917 Leonet Matiz Espinosa [Leo Matiz] nace el 1 de abril en Aracataca, Magdalena, Colombia.
1933
Publica su primer trabajo de caricatura en la revista Civilización en Santa Marta, Magdalena, y realiza su primera exposición.
1935 Funda la revista Lauros, crea la revista TVO, colabora en El Heraldo, La Prensa y El Gráfico. Ingresa a la Escuela Nacional de Bellas Artes de Bogotá, Colombia.
1936 Exhibe en la Asociación de Empleados de Comercio del Magdalena; en Excélsior de Santa Marta; en la Heladería Imperial y El Club Rotario de Ciénaga, Magdalena, y en El Casino de la ciudad de Manizales.
1937 Enrique Santos “Calibán”, director del periódico El Tiempo, estimula a Matiz para realizar fotografías y le regala su primera cámara fotográfica. Estudia en el taller de Luis B. Ramos. Expone en el Teatro Variedades, de Santa Marta; y colabora en la revista Brigada, publicación de izquierda.
1938 Colabora en la revista Santafé. Crea Folletón, semanario de notas policiacas en Bogotá.
1939 Es reportero gráfico en Estampa, El Tiempo y El Espectador. Es profesor en la Escuela de Bellas Artes del Atlántico. Es ilustrador en la revista Guau Guau. Abre ARCOM, en Bogotá, un taller de artes gráficas y comerciales.
1940 Sale rumbo a México, se detiene en Panamá y, posteriormente, arriba a Costa Rica, donde expone su trabajo. Continúa a pie su viaje hacia El Salvador, y ahí exhibe junto con el grabador Francisco Amighetti.
1941 Llega a México. Expone Pinturas, esculturas y grabados de artistas colombianos residentes en México, en las galerías del Palacio de Bellas Artes, inaugurada por el poeta chileno Pablo Neruda. Trabaja en la revista Así.
1942 Exhibe en la galería Decoración en la Ciudad de México. Colabora como fotógrafo de rodaje en el Sindicato de la Unión Cinematográfica de México, con el apoyo de Gabriel Figueroa y Manuel Álvarez Bravo. Labora como stillman para las películas El circo, de Miguel M. Delgado y La virgen que forjó una patria, deJulio Bracho. Realiza las primeras fotografías para casting de María Félix y, con ello, inicia la toma de fotografías fijas de destacados artistas del cine mexicano
1943 Expone Tipos y costumbres de México, en su estudio de la Ciudad de México.
1944 Viaja a los Estados Unidos de América para perfeccionar su técnica, y exhibe en el Advertising Club of New York.
1945 Conoce al director de cine español Luis Buñuel, a quien muestra sus fotografías sobre los marginados de la Ciudad de México. Recibe el premio al Mejor reportero gráfico de México por su reportaje El pulque, de la revista Nosotros. Inicia, con David Alfaro Siqueiros, un proyecto de colaboración para el mural Cuauhtémoc contra el mito. Continúa su trabajo en cine con Juan Bustillo Oro, Miguel M. Delgado, Víctor Urruchúa, Julián Soler y Fernando de Fuentes.
1946 Participa como fotógrafo de rodaje, en Fiesta brava, de Richard Thorpe, producida por Metro-Goldwyn-Mayer.
1947 Trabaja en las revistas Selecciones de Reader's Digest, Life y Norte. Presenta una muestra colectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Declara en la prensa internacional su desencuentro con David Alfaro Siqueiros.
Abandona México, después del incendio que acaba con su estudio. Colabora con la publicación Sucesos colombianos y en la Editorial Sábado.
1948 Viaja a Bogotá por instancias de la Agencia de Prensa Pix Corporation, proveedora de la revista Life. Es herido en el “Bogotazo”, desatado por el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Participa como fotógrafo oficial de la Organización de las Naciones Unidas, en la guerra árabe-israelí, donde resulta herido. El registro fotográfico bélico de Matiz es difundido por numerosas agencias de prensa internacional.
1950 Con el poeta Álvaro Mutis, realiza en Colombia una serie de reportajes sobre la explotación petrolera para la revista Lámpara. Colabora con la revista caraqueña El mes financiero y económico.
1951 – 1952 Edita el libro Así es Caracas. Funda la Galería de Arte Leo Matiz en Bogotá y realiza las primeras exposiciones individuales de Fernando Botero.
1955 Realiza la documentación visual de la modernidad urbana de Caracas, para la revista La arquitectura en Venezuela, del IX Congreso Panamericano de Arquitectos.
1957 Publica el libro Del urbanismo y de la moderna arquitectura en Caracas.
1958 Es reportero gráfico de la revista venezolana Momento y, junto con Gabriel García Márquez, cubre la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez en Caracas. Sus fotografías son publicadas en Paris Match, entre otras ediciones.
1964 Realiza las fotografías del libro que conmemora los 75 años de fundación de la cervecera colombiana Bavaria.
1966 Colabora con la revista Cromos, un semanario de actualidad colombiana e internacional.
1976 Trabaja como fotógrafo en la película El pez que fuma de Román Chalbaud.
1978 Regresa a Colombia y, víctima de un atraco en Bogotá, pierde su ojo izquierdo. Renuncia a la fotografía por un tiempo.
1988 El Museo de Arte Moderno de Bogotá realiza una retrospectiva itinerante por Colombia, en homenaje a sus 50 años de trayectoria.
1992 En Italia, la galería Il Diafragma y la Provincia de Milán organizan una muestra retrospectiva con la publicación del libro Leo Matiz, fotografie.
1994 La galería Carla Sozzani, de Milán, Italia, lleva a cabo una muestra colectiva e itinerante por Europa y Estados Unidos de América, en torno a la figura de Frida Kahlo, con 45 retratos realizados por varios fotógrafos, entre ellos Matiz. Realiza la muestra Visión de un continente en el Queens College Art Center de Nueva York.
En Italia, participa en la exposición colectiva itinerante America Latina 1900-1993, Raconti fotografici d’autore.
1995 Recibe en Milán el premio Horus Sicof. Es nombrado por el gobierno francés Chevalier de l'Ordre des Arts et des Lettres. Exhibe en L’Espace Photográphique des Paris. Se edita en Colombia su libro El tercer ojo, y el Istituto Europeo di Design de Milán exhibe su muestra Los personajes de Leo Matiz.
1996 Retoma la fotografía de estudio en Italia después de 16 años, y exhibe en el Hotel Hilton de Atenas, Grecia.
1997 Regresa a México, después de 50 años, donde edita el libro Los hombres del campo. En Florencia, recibe el premio Filo d’Argento en el Palacio Vecchio, y exhibe en el Giubbe Rosse la muestra Matiz-Siqueiros, cincuenta años después: El arte por el arte.
1998 El gobierno de su país le rinde un homenaje como el fotógrafo más importante de Colombia en el siglo XX. Constituye, con su hija Alejandra Matiz, la Fundación Leo Matiz.
La Universidad Nacional Autónoma de México, la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, el Gobierno de la Ciudad de México, el Antiguo Colegio de San Ildefonso y la Fundación Leo Matiz, se unen para presentar la exposición Leo Matiz: El muralista de la lente. A cien años de su nacimiento 1917-2017, en el marco del Año Dual México-Colombia y los festejos de los 25 años del Mandato Antiguo Colegio de San Ildefonso.