Obras de colecciones particulares y del propio acervo del pintor, integran esta muestra en el Antiguo Colegio de San Ildefonso

LA EXPOSICIÓN

Canogar exhibe una selección de obras que reconstruyen la trayectoria artística del pintor toledano Rafael Canogar, desde sus comienzos, con el grupo madrileño "El Paso", hasta su producción más reciente. Se incluyen óleos sobre tela, técnica mixta sobre cristal, collage sobre madera y gráfica sobre madera. Canogar es una muestra itinerante que ya ha sido exhibida
en el Museo Nacional de Varsovia, en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires y en el Centro
de las Artes Pinacoteca de Monterrey. Después
de su presentación en el Antiguo Colegio de San Ildefonso viajará a Montevideo.

Rafael Canogar experimenta una reducción de colores desde el inicio de su trayectoria dentro de la abstracción informalista (movimiento heredero del automatismo creativo surrealista,
fiel al espíritu de ruptura), que se ha mantenido hasta nuestros días.

Dentro de su producción más reciente figuran,
en esta muestra, creaciones en las que el fondo abstracto les sirve de soporte para recuperar ideas anteriores, tratadas ahora, de un modo fragmentario. Ha pasado por el informalismo,
el constructivismo, el realismo crítico-social y la abstracción, el Pop-Art, la pintura matérica
en relieve, la figuración, la monocromía y los collages. Canogar, ha contribuido a cambiar el arte y su función social.

La exposición Canogar es auspiciada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, desde su Dirección General de Relaciones Culturales y Científicas, dentro del programa de Arte Español en el Exterior, creado para la promoción del arte contemporáneo español
en el extranjero.

La muestra se realiza bajo la curaduría de María Luisa Martín de Argila. Rcoge ejemplos de la abstracción del pintor toledano de los años setenta; de los ochentas, su reflexión formalista que le lleva a realizar obras caracterizadas por la racionalidad, utilizando la geometría para ordenar sus composiciones; y de los noventas, como resultado de su quehacer artístico, llega a romper el formato unitario y convierte la fragmentación resultante en el sujeto de la obra (en esta década, la trayectoria artística de Canogar no es sólo reconocida en España, sino también en todo el mundo).

Pintura, 1975
P-30, 1976